Por Anjela Mamani M.
Arica, Arica y Parinacota
$20.000
Cada producto es una pieza de artesanía, realizada una a una por manos de [email protected], por lo que pueden presentar variaciones leves de color y dimensiones en relación a las fotos de la página web.
Código FENART0804
Material Lana de Alpaca Altiplánica
Medidas 28 x 180 cm
Peso 150 g
Días promedio de despacho de productos en stock: 10 días hábiles
Observaciones Stock disponible similar a la foto / Colores y tallas a convenir
“El vellón de alpaca lo obtengo de mis alpacas que crío en el altiplano, a más de 4000 metros de altura en los alrededores de un caserío llamado Unguallire”.
El primer paso que di como textilera fue a los 6 años cuando mi mamá me enseñó a hilar el vellón de la alpaca con la puska, “huso” en aymara. A mis 8 años aprendí a tejer a palillo. Ya con 12 años aprendí a tejer frazadas, aguayos y talegas en telar de 4 estacas, el tradicional aymara, que es previo a la llegada de los españoles. Esto me lo enseñó mi abuela. Hoy hago prendas inspiradas en las que se hacían antiguamente en la zona donde vivo, donde los hombres eran los encargados de tejer distintas prendas como chalinas, ponchos y telas que servían para confeccionar ropa, como pantalones y chaquetas para ellos. Lo hacían en el telar de 4 pedales -telar mestizo-, con el diseño cordellate. Ellos también tejían telas en el telar de 2 pedales, que servían para confeccionar polleras y chaquetillas para las mujeres. Las mujeres, en tanto, eran las encargadas de tejer piezas en el telar precolombino, de 4 estacas: ponchos, aguayos, frazadas, costales para trasladar mercadería y talegas, como se conoce al bolso para llevar fiambres. La prendas anteriores se usaban como vestimenta o para uso cotidiano, o para hacer trueque y así conseguir productos que no se encontraban en donde uno vivía, como la papa, la papa chuño, maíz y orégano.